El tiempo todo lo devora...
Y se alza como una criatura dorada, mitad máquina, mitad metáfora.
Un reloj que camina hacia lo inevitable, armado con cuchillo y tenedor: el tiempo no solo pasa, también consume.
Un tiempo con cuerpo de oro, símbolo de lo precioso y lo perdido.
Atado con la correa de un perro, ¡como si el tiempo pudiera domesticarse!
LA VIDA
.
Materiales:
Para la realización de esta obra:
- Madera.
- Pan de oro
- reloj.
- Correa de perro.
- Un maniquí.
- Disfrute.
- Este invento precisa de una pila "AA" para su funcionamiento (no incluidas).
Dimensiones:
ALTO: 50 cm.
ANCHO: 40 cm.
FONDO: 40 cm.
Descripción:
Una danza entre control y caos.
La correa lo sujeta, pero no lo detiene.
Cada tic es un mordisco, cada tono, un destello.
La obra nos recuerda que el tiempo nos devora, sí, pero también nos invita a saborearlo.
MMMmmmhhhh…..